miércoles, 4 de noviembre de 2009

Saber escuchar el silencio...


Aprender a escuchar, esa es la cuestión. Hay tantísima gente que carece de esa virtud… y es algo tan preciado, que quién la tiene, ni siquiera es consciente de lo que posee… porque realmente, considero, y no es afán de hiperbolizar, que quién la tiene posee un don…

Para empezar a escuchar, es obvio que es preciso perderse en un espacio y un tiempo determinados… que uno elige, claro está… se trata de hacerse amigo del silencio… ese recurso educativo que los maestros/as solemos trabajar y que tanto nos cuesta…

Es preciso, pienso yo, hacer el silencio en la escucha y en la mirada, para poder descubrir las formas del silencio, pues el silencio, como toda manera de estar, tiene sus formas…
El silencio es algo que se puede escribir, se ofrece a la escucha. Sin ir más lejos, cuando, por ejemplo, yo en el cole enseño a los enanos las notas musicales, el silencio es una figura más y cada nota figurada posee su recíproca figura silenciosa, ésto es, la figura de pausa. Una figura que mide el silencio…

En el lenguaje verbal también grafiamos el silencio. Así, los puntos suspensivos dejan colgado el discurso, lo suspenden. Y yo soy mucho de escribir puntos suspensivos… jejeje….Pero el valor de estos puntos depende de la palabra que los antecede, eso es algo que se palpa claramente…

Tanto el silencio del lenguaje como el silencio que se introduce en la música suelen ser respiraciones que reclaman la atención. Respirar será crear el hueco en el que la atención puede desplegarse. El silencio es entonces como un suspiro. Me decía mi compi de música, que el silencio es el nombre con el que la tradición francesa del s.XVIII designaba al silencio del valor de una negra en música….es curioso cuánto podemos aprender del silencio como recurso educativo…

La escuela, debe ser un fiel reflejo de la sociedad… y a mí me gusta fijarme en la sociedad para llevarlo al cole…. Y también me encanta fijarme en el cole, para llevarlo a mi vida….y como estoy hablando del silencio, lo voy a llevar a la vida pues.

¿Cuántas veces callamos por miedo, por cortesía o por respeto? Pero es curioso, porque hay tantas veces que gritamos y nadie nos oye…

Hay silencios largos, hay otros que son dañinos y hay algunos que incluso son demasiado profundos… tan íntimos que el que calla no es que otorgue, sino que simplemente enmudece… ¿o enloquece desde su prisma? ….
Hay algunos silencios que son culpables, porque ocultan cosas que serían más bellas a la luz del día… aunque también tengan que estar a la luz del que daña…
Hay algunos silencios tan inocentes que la valentía sólo la averiguan una vez que se cansa uno de callar… hay veces que hablando también podemos llegar a ser cobardes… qué pobre aquel que lleva ese escudo….

Cuando hablamos, callamos algunas voces que tanto hablan… cuando callamos, hablamos de esas voces que tanto callan…es curioso, ¿no?
Qué carencia más grande… la de saber escucharse a sí mismo… y sobre todo, la de saber escuchar a los demás…

P.D.T. “Si callé, no es que otorgase, es que quizás ya había otorgado cuando hablé…” (Luchete ejejeje).

P.D.T. Hoy he escrito porque llevo unas semanas sin escribir y no me gusta abandonarlo. No creo que me de tiempo de pasarme por vuestros blogs, almenos no por todos, así que prometo pasarme cuándo disponga de más time, jejeje.

P.D.T. Me gusta el videoclip del single de Alejandro Sanz y Alicia Keys: “Looking for Paradise “ jejejeje….

P.D.T. Qué tengáis una feliz semanita. Un abrazo grande…y que siempre seáis la voz del silencio de alguna persona…es bonito.

19 comentarios:

Aloha dijo...

Querido amigo Luchete:

Una vez me dijeron que hay que saber escuchar los silencios. Y que los silencios eran bellos.

Hay una canción que en mi adolescencia escuchaba y cantaba:

Sound of silence

Disfrutadla.

Pasa tú también semanas felices. Ya escribirás más cuando sea. Ahora son tus niños.

Besazossssss ahora desde otro mar.

Laura dijo...

Creo que sé escuchar, y con mis peques sigo practicándolo todos los días, porque buscan continuamente mi atención. Somos afortunados por trabajar con niños, verdad?

Besos.

Inma dijo...

Todos los meses de enero, junto con perder unos kilos y ser paciente, me propongo aprender a escuchar, pero no al silencio sino a los míos. Siempre voy con prisa y preocupaciones , y a veces no les presto la atención verdadera, la que das mirando a los ojos, con el corazón abierto. Pero soy débil y me cuesta conseguirlo aunque a lo mejor este mes de enero ya es el definitivo...

Anónimo dijo...

Muy curioso, ambos escribimos sobre el silencio. Es bonito comprobar cómo se estrechan los lazos, cómo se juntan caracteres. Por lo que se ve, yo no sé escuchar ni disfrutar de mi silencio. Echo de menos el ruido, el murmullo que otorga la compañía. Un abrazo, amigo y gracias por tu felicitación.

Yo dijo...

Curioso e interesante tema. No me había parado a pensarlo tan detenidamente...

Me gusta el silencio. A ratos. Así que supongo que tendría que matizar y decir que me gusta el silencio cuando es "elegido". Cuando lo buscas porque el cuerpo te lo pide. Y lo buscas en cualquier parte haya o no ruido. A veces prefiero quedarme en casa sola, antes que irme a comer a casa de mi abuela cuando en casa no hay nadie. Digamos que "disfruto" de ese rato de soledad y silencio. Otras veces simplemente me abstraigo estando incluso rodeada de gente. También es cierto que hay muchos lugares que favorecen la abstracción. La playa, por ejemplo. Aunque vaya acompañada a veces me paro a mirar el mar, o camino rezagada y si alguien viene a hacerme compañía lo más pobrable es que conteste brevemente para volver de nuevo al silencio.

En cambio... en cambio los silencios no elegidos... duelen. Te hacen sentir sola. Vacía. No sabría definirlo... Sólo sé que no es una sensación grata. El silencio no elegido es muy triste. O al menos a mí me lo parece. Puedo valorar un rato de silencio en mi casa, pero no me imagino abriendo la puerta todos los días y no encontrando a nadie. Sin nadie que me pregunte qué tal el día, sin las "discusiones" con mi madre, sin mis abuelos... Sin señal alguna de vida dentro. No sé... sé que no estarán ahí siempre pero sé que el día que me falten las voy a pasar muy putas...

Es bello el silencio en compañía. Porque aunque estéis en silencio sabes que está. Que en cualquier momento puedes romperlo, si te apetece. Es bello el silencio cuando basta una mirada para conocer qué está pensando la otra persona. Es bello el silencio cuando alguien habla y te pierdes en cada pequeño detalle de su rostro. Lunares, marcas, pestañas, ojos, los labios, la forma en la que gesticula, una sonrisa, un brillo en la mirada... Pero es amargo el silencio cuando no queda nada que decir. O cuando no saben qué decir. Cuando deseas oir. Algo. Lo que sea.

Recuerdo una conversación con un amigo en la facultad, hablando de las "reacciones" de las chicas cuando nos pedían salir. Y él decía eso. Que siempre que se veía en esa situación pensaba: por dios, un sí o un no, pero por lo que más quieras no te calles. Y le entendía. O, más bien, me ayudó a entender a mí que el silencio, a veces, favorece muchos malentendidos.

[...]

Yo dijo...

[...]

No me suelo arrepentir de lo que hice o dejé de hacer. En cambio él me hizo pensar en una vez que callé. Una vez que sólo tenía que decir un sí o un no y callé. Le quería y callé. Nunca me imaginé que pudiera sentir lo mismo y el día que le dio por hablar me pilló totalmente desprevenida. Estaba hecha un puñetero flan. Y no me salían ni las palabras de la boca (lamentable total, pero cierto). Me dijo que no tenía prisa, que me lo pensara y le dijera algo. Nunca encontré el momento. Me daba corte (el corte y yo...). No volvió a sacar el tema y a mi me daba cosa entrarle y decirle: oye, ¿recuerdas lo que me dijiste tal día?... pues que sí. No, porque no sabía si a lo mejor había cambiado de opinión o vete a saber... tampoco me volvió a preguntar nunca... Así que callé. Nos distanciamos. Hablando con mi compi de facultad pensé en la misma situación vista desde sus ojos. Supongo que debió pensar que no me gustaba, que para mí no era importante... y poco a poco se fue distanciando. Normal... supongo... Pero lo que él no sabrá nunca es lo muy equivocado que estaba y que le eché de menos durante años. Que se dice pronto... Que se me hizo un mundo dejar de verle, que me faltaba en todas partes... Que llegué a mi casa a lo justo pa derrumbarme en la cama y llorar a moco tendido el día que tuvo "a bien" presentarme a la que fue su novia...

Viviré todos los días de mi vida para arrepentirme de haber callado. Desde entonces, no sé si hago bien o no, pero no me callo. Y lo que tengo que decir lo digo. Hablando, escribiendo... o como se tercie. Ya no me da miedo ni vergüenza reconocer que quiero, si de verdad quiero. Así la otra persona me quiera o no. Y viceversa. Si no quiero tampoco tengo reparo en decirlo (de buenas maneras, claro). Porque estoy segura de que aunque duela y en ese momento puntual quién sea me maldiga, cuando todo pase agradecerá que no le mintiera. O así lo creo.

Y al final me ha salido un megacomentario de los míos... Te dejo también una frase que leí que me gustó aunque no recuerdo muy bien si hablaba de la soledad o el silencio. Pero es igualmente válida. Decía que el silencio es muy bonito cuando tienes a quién contárselo o algo así.

Buena semana ^^

Tere dijo...

Holas!!

A mi me encanta escuchar y me gusta el silencio.....me gusta cuando estoy con alguien simplemente en silencio ,un silencio comodo,que con solo mirarte sobra.

Pero esos silencios que duelen son lo peor,prefiero un no rotundo que un silencio que no sabes cuando habra respuesta.


Que pases buena semanica!!!

Barbie, como él me llama dijo...

wow.. asi q eres profesora... wow!!.. mis respetos....
y si es necesario ese silecio..
besitos enmielados pa ti

Agua dijo...

Hola guapeton!!!! se hechaba de menos ese trocito de la vida del cole que pones siempre en nuestras vidas con tus escritos!!
A mi me gusta el silencio, es mas, a veces lo necesito, y a veces el silencio habla mas que mil palabras juntas... a que si? Un besazo! Y animo con los enanos que seguro estan encantados de tener un profe como tu!

Eva dijo...

A veces el silencio es la expresión más bella...
Yo, normalmente, tanto en clase como en otros ámbitos (conversaciones, entrevistas, etc...) obtengo más información a través de los silencios que de las propias palabras (a veces entrelazadas sin sentido)
Buena semana a ti también...
Un abrazo!!!

Edel dijo...

Yo también soy de escribir muchos puntos suspensivos pero hay quien dice que es propio de gente indecisa: tu interpretación me ha gustado.
Qué difícil es a veces encontrar a alguien dispuesto a escucharnos; a mí por lo menos me cuesta enormemente...
Besos, me alegro de leerte por fin

Anónimo dijo...

Yo creo que el silencio es bueno en su justa medida, como todo en esta vida. Depende del momento que estés viviendo el silencio ayuda o perjudica (me refiero al silencio en soledad, antes de dormir, etc). A veces ayuda por que te hace pensar y aclarar un poco las ideas, pero otras da miedo quedarse solo, sin más compañía que el silencio y tus pensamientos, por que acabas escuhando verdades que no quieres oir. Yo en esos casos suelo distraerme con algo, tv, o lo que sea. Huyo del silencio, aunque sea cobarde.

Estoy de acuerdo con lo que dice "Yo" en el cuarto párrafo de su comentario: "es amargo el silencio cuando no queda nada que decir". Pues sí... es amargo, jodido y triste. Cuando de repente te das cuenta que ya no te quedan palabras que compartir con una persona, y piensas "joder, con lo que hemos vivido y ahora... ¿qué?" Desgraciadamente conozco muy bien esos silencios. Para estas ocasiones dicen que "el silencio es el grito más fuerte", no? Hay silencios que dejan sordo.

Los mejores silencios son los cómplices, cuando no hacen falta palabras para hablar, por que basta una mirada o caricia de esa persona para saberlo todo. Me quedo con estos, sin duda. :) Aunque ya se sabe que lo bueno escasea...

Es curioso, pero este post del silencio ha llegado a mi vida justo cuando estoy viviendo un momento bastante silencioso (en compañía, y no-cómplice, o sea, de los jodidos, esperemos que llegue "algo" y lo rompa ya de una vez, por que duele que no veas)

Zamarat dijo...

Qué gran reflexión sobre el silencio! ¿Por qué algunas veces los silencios se hacen tan largos, tan incómodos, y otras son tan necesarios y reconfortantes?¿Depende de la persona con quien los compartes?
Feliz domingo!

Clarita dijo...

Hoy me uno a ese silencio, al que simplemente escucha, al que simplemente espera, al que simplemente calla...

Como siempre nos haces reflexionar!gracias!!
Por cierto, te dejé un regalito en mi rinconcito!!un besote enormee

Faly Lobato dijo...

Soy muy de silencios. Eso sí, elegidos, como he leído por ahí. El silencio impuesto, al igual que la soledad, son tristes. Un beso, mi querido paisano.

natalia guerrero dijo...

Pues yo hoy no quiero hablar solo escucharte....

mati dijo...

el silencio...
me encanta, a veces es tan necesario para mi, como respirar¡
muy buena entrada, paisano, y tú no te quedes en silencio, por lo menos por aqui.
un besazo fuerte y buen finde¡

Yuria dijo...

Hola Luchete. Me encuentro tu página cambiada, muy moderna, muy bien. Y con mucho café para dar y tomar.

También me encanta el tema de tu post: escuchar... Sí, es importante saber escuchar y a veces nos falta "tiempo".

Un beso muy grande.

Ceci_Nita dijo...

Cuánta razón llevas compañero. Una profesora nos dijo una vez que un alumno suyo, en un examen de música a la pregunta ¿qué es el silencio? contestó el alumno "el silencio no existe, porque mi cabeza me habla". A veces queremos estar en silencio y callar pero nunca estamos en silencio absoluto.
Buen fin de semana!
Ahora en mi vida no existe el silencio (ni por las noches) con mi peque :D