domingo, 18 de mayo de 2008

La importancia de un hermano...


Trabajando con niños uno de da cuenta de cómo cambian los tiempos y que, lo que ahora es uno, antes era dos, y lo que ahora es dos antes era tres. Quiero dejar patente el hecho de la cantidad de padres que me dicen hoy en día, o mejor dicho me consultan ( como maestro de su hijoa/a) la posibilidad de que al niño/a le puediera venir bien o mal un hermanito/a.

Es obvio que es muy importante tener un hermano. Yo he tenido la suerte de tener tres, y disfruto y me enorgullezco de ello, auqneu hoy día, más que nada por el tema económico, es más bien difícil. Los hermanos de la misma familia pasan más tiempo juntos que con la mayor parte de otras relaciones. Dentro de los límites protectores de la familia aprenden a compartir el afecto y la atención de los padres y también las cosas materiales. Tienen compañia cuando la desean, alguien con quién hablar y alguién con quien discutir gustos e intereses, cosa que, si están sólos, no pueden hacer, con lo cuál, pienso yo, en la mayoría d elos casos, el aprendizaje, digámoslo así, va más ralentizado.


Crecer junto a un hermano supone experiencias muy diferentes, los hermanos se quieren y se odian, juegan y pelean, bromean y se burlan recíprocamente con una asoladora falta de inhibiciones...es obvio: están en su estado natural...su casa. Ahí se muestran tal y cómo son...sin tapujos, no tienen que "medir" las palabras, ni escogerlas a gusto del consumidor..

Si hemos de entender como se desarrollan los tipos de personalidad, no debemos ignorar la posible influencia ejercida en los niños por aquellos individuos con quienes crecen y pasan sus primeros años, sus hermanos.


Gracias a mis tres hermanos, era importante saber que cuando era pequeño había alguien en la cama de al lado por la noche, alguien con quién jugar cuándo llovía y no se podía salir, alguien tb con quién discutir, alguien con quién compartir....Gracias!

sábado, 10 de mayo de 2008

Una terapia loable...


Mis amigos más cercanos dicen de mí que me gusta mucho elucubrar y filosofear...igual, digo yo, llevan razón pero...lo que sí es verdad es que me gusta mucho reflexionar sobre las cosas.


Utilizando una terapia he llegado a una serie de conclusiones, las cuáles voy a exponer a continuación…basándome en ideas de Bucay que leí hace ya algún tiempo en sus cuatro libros sobre lso caminos de la vida, que tanto me marcaron, que tanto me encantaron…

Cuando pensamos en nosotros, y yo me incluyo en ese grupo de pensadores sobre uno mismo, lo hacemos, pienso yo, desde el deseo y el deseo hace que huyamos de nosotros mismos porque hace que nos proyectemos de dentro hacia fuera, por eso es tan importante autodirigirse hacia uno mismo y no hacia fuera ( lo de fuera vamos a decir que….”sobra”). Para experimentar nuestra verdadera esencia, es necesario ir hacia el centro, hacia uno mismo, no hacia fuera de uno mismo.

Todo es creado y destruido a partir de uno mismo, uno mismo proyecta hacia fuera o se integra en su ser, todo depende de la dirección que se tome, por eso es tan importante ir hacia dentro, para no elaborar ideas falsas que nada tienen que ver con uno mismo y que son pura ilusión, digamos, castillitos en el aire.... Todo nace de uno y muere de uno ( como pasa con los ríos…) hasta llegar a descubrir que uno lo tiene todo, todo lo necesario para ser feliz, sin necesidad de proyectarse hacia fuera.

Al pensar, al desear, al necesitar, estamos proyectándonos hacia fuera, pero para descubrir el amor, debemos ir hacia dentro, sin proyección de ningún tipo, debemos descubrir nuestro interior para llegar a comprender que la felicidad está en nosotros, no fuera de nosotros. Al desear, nos proyectamos hacia fuera, con lo que huimos de nosotros mismos, y ¿cómo vamos a ser felices si huimos de nosotros mismos (debido, pienso pues, al deseo) ?. Deseamos ser felices y para obtener la felicidad, deseamos, huyendo de nosotros. Esto es algo paradójico porque la felicidad está dentro de nosotros, no fuera y sin embargo, la buscamos fuera.

La felicidad no está en desear, sino en no desear. Buscamos la felicidad, ¿ para qué, si ya la tenemos ?. Cuando sentimos rechazo hacia los demás, ¿quién lo siente ?, ¿quién siente rechazo ?. Si sentimos rechazo hacia los demás, sentimos rechazo, experimentamos el sentimiento de rechazo en nosotros, por tanto sentimos rechazo hacia nosotros mismos. Todo lo que se experimenta en la consciencia, se vive como algo absoluto, como un Todo, porque nosotros somos lo absoluto, con lo que todo lo que experimentamos, lo experimentamos con toda nuestra consciencia, de modo absoluto. Así si tenemos miedo, nos vivimos todo como miedo y si sentimos amor, lo vivimos todo como amor. El ser que es, permanece independientemente de nuestros sentimientos o ideas, pero siempre que experimentemos lo que no tiene que ver con nuestro verdadero YO, no lograremos vivirlo, no lo viviremos hasta que nos desprendamos de todo lo que lo oculta y no lo deja manifestarse.

El conocimiento de uno mismo proviene de sí mismo, no de los demás, pero un iluminado puede ayudar mejor a los demás porque sabe en cada momento lo que los demás necesitan, pero aún así, el mejor maestro de uno mismo es sí mismo aunque una cosa que no se debe perder de vista es que todos necesitamos amor independientemente de quién seamos y ésto siempre y a todas horas se puede regalar a los demás, una sonrisa, una caricia, un abrazo, que llenarán de amor a la otra persona y le dejarán una huella imborrable que penetrará hasta el fondo de su alma, de sí misma para siempre, entonces le estaremos dando lo que su alma necesita, que es amor, y el amor hoy y siempre será un regalo de Dios ( o del ente en quién se crea…por si me lee algún ateo o algún agnóstico) que a nuestra disposición podremos compartir con los demás, dándoles lo que buscan, lo que necesitan y lo que, una vez aceptado, nunca más olvidarán y permanecerá en ellos para siempre y hasta la eternidad porque hay algo que por sí mismo, a veces uno no sabe, y esto es aprender a amar y porque es cierto que cada uno de nosotros somos nuestros propios maestros, pero hay por ello también algo que todos buscamos de una forma o de otra y es amor, y si nosotros damos amor a otra persona, esta será la mejor forma de poder ayudarle porque el amor es algo que todo el mundo necesita y que busca, por eso debemos ser un poco humildes y considerar a los demás también como maestros de aquello que necesitamos y buscamos. Así, uno es el mejor maestro de sí mismo, pero los demás también pueden ser maestros nuestros si nos dan lo que nuestro maestro interior reclama, aún así, somos nosotros los que aprendemos, pero siempre a través del amor y de la visión que nos dan los demás y también de las experiencias de no-amor que vivamos, pues a veces, no valoramos el amor y tenemos que aprender a través del sufrimiento, pero estos son casos extremos, aunque sí que los hay, pero se trata de gente muy dormida espiritualmente.

Las cosas tampoco son tan absolutas. Aprendemos en definitiva de todas las experiencias, absolutamente de todas y nosotros buscamos las experiencias que necesitamos para evolucionar, si nos encontramos con una persona que nos ama realmente, es porque podemos aprender de su amor. Si nos encontramos con una persona que nos odia, es porque necesitaremos aprender del sufrimiento. Si amamos, seremos felices y aprenderemos del amor. Si odiamos, sufriremos y tendremos que aprender del sufrimiento. Tú eliges, el camino de la felicidad o del sufrimiento. ¿Por qué lo complicamos tanto ?,¿no es más fácil ser feliz que desgraciado ?. No ames porque te lo digan. Ama porque desees amar, porque quieras amar, aunque no te apetezca…saludos blogger!